La Organización Interprofesional del Tabaco de España (OITAB) pide al Ministerio de Agricultura ayuda para que el cultivo de tabaco siga siendo sostenible. Los cultivadores de tabaco solicitan al MAPA el acceso a medios de producción similares a los utilizados en otros países europeos. También exigen colaborar en el desarrollo del Plan Integral contra el tabaquismo, PIT, que entre otras medidas plantea la búsqueda de cultivos alternativos al tabaco y un etiquetado genérico que fomenta el contrabando en los países vecinos que ya lo han implantado.
Hoy, cultivadores de tabaco de Extremadura se concentrado ante el Ministerio de Agricultura, con intención de trasladar al ministro la situación límite en la que se encuentran. La producción de hoja de tabaco de España se realiza de forma sostenible combinando prácticas culturales. Esta forma de cultivo es apoyada con el empleo de productos fitosanitarios cuando las plagas superan determinados umbrales o los análisis de suelos indicaban la necesidad de su utilización.
«Lamentablemente, para la presente cosecha, el MAPA no ha autorizado la utilización de un medio de producción que permite acondicionar el terreno de cultivo antes del trasplante. Este mismo producto puede ser usado por otros agricultores de la Unión
Europea. De hecho, el pasado 8 de abril, Italia autorizó el uso de este fitosanitario solicitado por los agricultores españoles, amparándose en la reglamentación comunitaria. Los cultivadores españoles solicitan amparo al Ministerio de Agricultura de
España y le piden que contribuya a la sostenibilidad del sector al igual que las autoridades italianas», destacan en un comunicado.
Plan Integral del tabaquismo
Los cultivadores de tabaco quieren alertar de que la toma de decisiones de forma precipitada, sin realizar los pertinentes estudios de impacto y la búsqueda de cultivos alternativos al tabaco sin tener en cuenta a los agricultores, provocará daños irreparables. Por ello, desde OITAB se ponen a disposición de los Ministerios implicados.
La medida del empaquetado genérico del tabaco recogida en el Plan Antitabaco y ha señalado que supondrá «el abandono del cultivo porque a las multinacionales les va a resultar más interesante comprar tabaco en cualquier parte del mundo sin garantía alguna frente al tabaco español que está certificado con criterios agroambientales, favoreciendo además su falsificación y el contrabando ilegal, como ya ocurre en países como Francia donde se ha triplicado las tasas de consumo de tabaco ilegal en los últimos años llegando a casi un tercio del mercado total».
El plan antitabaco, pone en jaque a los cultivadores ya que amenaza el presente y futuro de un cultivo que representa más de 6.000 hectáreas dedicadas a la producción en la presente campaña, que da lugar a un VAB de 110 millones de euros en la economía
regional. España es el tercer productor de hoja de tabaco de la Unión Europea y Extremadura es la primera región productora de Europa. Este plan llega en un momento muy delicado tras años de fuerte reducción de las ayudas europeas lo que está generando una disminución importante de la capacidad productiva. El cultivo del tabaco es parte fundamental de la cadena de valor del tabaco que aporta 3.300 millones de euros al PIB español, más de 53.000 empleos, y permite que este sector sea el quinto mayor
contribuyente a las arcas públicas españolas.
«Estamos a favor de que haya un Plan Integral para reducir el Tabaquismo, pero no a costa de echar por tierra el futuro de una importante fuente de riqueza y empleo para España y para Extremadura que da de comer a más de 20.000 familias que viven de este cultivo y llevan tiempo soportando una situación complicada».
«Actualmente no hay ningún cultivo que genere un tejido socioeconómico como el tabaco. Se trata de un sector que en el conjunto de la cadena de valor aporta cuantías próximas a los 3.200 millones de euros, y en términos de recaudación, a través de diferentes figuras impositivas, aporta a las finanzas públicas del Estado un total de 9.111 millones de euros, suponiendo un 5% de los ingresos tributarios del Estado».
«Medidas como el empaquetado genérico, ya adoptadas en países de nuestro entorno, han supuesto un aumento del contrabando, una caída de la recaudación fiscal y la desaparición de todas las actividades agrícolas ligadas al cultivo de tabaco, sin que haya disminuido el número de fumadores. Por otro lado, impedir la evolución del sector hacia otros tipos de alternativas, metiendo en la misma regulación las innovaciones de consumo que están asociadas a una menor toxicidad, generará una pérdida de investigación, un deterioro en la calidad y fomentará opciones más dañinas. El sector debe evolucionar a nuevos productos más sostenibles y menos nocivos, donde además el sector español es pionero», concluyen.